Setups y payoffs

Como lectores, admiramos esas historias en las que todas las partes parecen estar interconectadas. Como escritores, las envidiamos.

Por la mitad o cerca del final, de pronto la historia da un giro inesperado, pero que, de alguna manera, ya había sido anticipado varias escenas antes, cuando un personaje dijo o mostró algo sin importancia aparente que acaba por revelarse como un aspecto vital de la historia. En algunas obras hay continuas referencias a otras partes y otros momentos de la novela y el lector tiene la sensación de que poco a poco va comprendiendo cada vez más acerca de cosas que sucedieron antes o de las motivaciones de los personajes, de por qué actúan como actúan. La técnica de sembrar indicios que anuncian eventos importantes en la trama se denomina también foreshadowing o anticipación. Setups y payoffs son los elementos del argumento que quedan "anclados" en partes distintas del texto y hacen posible esa anticipación. 

Por ejemplo, el protagonista puede hacer alusión a un aspecto oscuro de su pasado que no quiere discutir. En ese momento esa revelación puede que no tenga mayor importancia, en apariencia, que el dotar al protagonista de un halo de misterio. Más adelante, otro personaje que conoce bien al protagonista revela en el momento adecuado cuál fue ese aspecto oscuro de su pasado, algo que ahora nos permite entender mejor la motivación del personaje principal.

En el contexto de este artículo, setup viene a ser algo así como "preparación" y payoff , "ganancia" o "recompensa". Juntos son las dos mitades de una técnica narrativa (el foreshadowing o anticipación) que consiste en mencionar o mostrar en una parte de la historia algo que volverá a aparecer más adelante. El setup puede ser cualquier cosa: un arma, un animal, una palabra, una herramienta... Puede ser algo de lo más trivial, hasta el punto de que el lector, en un principio, podría considerarlo como superfluo, de relleno. Será durante el payoff que se revelará toda su importancia. En este sentido, la técnica es el reverso a lo que se ha venido llamando "la pistola de Chéjov" o "el arma de Chéjov".

Se atribuye a Anton Chéjov una cita relativa al arte dramático que más o menos viene a decir que si en el primer acto aparece una pistola o una escopeta colgada de la pared, tarde o temprano esa arma tiene que ser disparada. Si no, no la pongas ahí. Con esto, Chéjov quería decir que hay que eliminar de la historia todo elemento superfluo, todo lo que no sea necesario para hacer avanzar la trama. Pero si le damos la vuelta al aforismo, tendremos la técnica de setups y payoffs, es decir, el que haya elementos importantes en la historia que hacen avanzar la trama que ya hayan sido mostrados o mencionados con anterioridad. El setup es la escopeta colgada de la pared. El payoff es que alguien la dispara contra otro. 

Setups y payoffs se presentan en varias modalidades, que vamos a estudiar.

Setups y payoffs de argumento


Es su función más conocida porque son un recurso constante en el cine. Es como si tejiesen una red que conecta entre sí las distintas partes a lo largo y a lo ancho de la historia manteniéndo sus partes unidas como un todo coherente. Como mejor se entiende es con ejemplos, así que vamos allá (alerta, spoilers).

El que posiblemente sea el par setup-payoff más famoso de la historia del cine se da en Ciudadano Kane, de Orson Welles. El setup se "planta" justo al principio, cuando Charles Foster Kane, un multimillonario magnate de la prensa, pronuncia en su lecho de muerte la que será su última palabra, "Rosebud", mientras que una bola de cristal, de esas con una casita dentro que se agitan y parece que está nevando, se le resbala de la mano y se estrella en el suelo. Ambos elementos, Rosebud y la nieve de la bola, serán importantes cuando se revele el payoff. El periodista Jerry Thompson se propone investigar en la vida de Kane para averiguar el significado de su última palabra, y esto será lo que motive el desarrollo de toda la película. Al final se revela el payoff: Rosebud era el nombre de un trineo que Kane poseía de niño, en la única época de su vida en que fue realmente feliz. Una gran película a la que se le puede perdonar el enorme agujero argumental que supone el que no hubiera nadie cerca del lecho de muerte de Kane para oír sus últimas palabras.

Otro ejemplo clásico puede verse en Tiburón. Hacia la mitad del segundo acto, el sheriff Brody embarca junto con Quint y Hooper para salir a matar al tiburón. Al desatar Brody una cuerda para realizar una tarea que le han encomendado, salen rodando unas cuantas cosas, incluidas unas botellas de aire comprimido. Hooper se sobresalta y le grita que tenga cuidado, que si no se manejan con precaución, esos tanques podrían explotar. Este es el setup. El payoff se presenta cuando Brody consigue matar al tiburón disparando contra uno de esos tanques que el gran blanco tiene entre sus fauces. Sin el setup, el espectador no tendría una referencia de por qué han explotado esas botellas ni qué hacían allí, la escena quedaría coja y el recurso de la explosión habría parecido demasiado conveniente, un deus ex machina en toda regla.

En En busca del arca perdida, Indiana Jones escapa por los pelos de unos nativos en la avioneta de Jock. Ya a bordo, Indy se da cuenta de que a sus pies hay una enorme serpiente. Se lo dice a Jock, quien le contesta que no se preocupe, que es solo su mascota. Indy exclama "¡Odio las serpientes, Jock, las odio!" Esto no tendría mayor interés para la historia si no fuera porque más adelante tendrá que meterse en un foso lleno de... serpientes, lo cual le da mucha más tensión a la escena.

En Matrix, después de que la tripulación de Morfeo salvase a Neo, a bordo de la nave Nabucodonosor le enseñan un montón de cosas a gran velocidad (kung-fu incluido) por medio de un conector acoplado al puerto de su nuca. Ese es el setup. Más adelante en la película, Trinity dice a Tanque que necesita aprender a pilotar un helicóptero de un modelo concreto y de inmediato recibe la habilidad y los conocimientos necesarios. Esto último es el payoff. Si no se hubiera "sembrado" en una escena anterior, el que Trinity pudiera aprender a pilotar un helicóptero en segundos parecería un truco sacado de la manga y un deus ex machina difícil de tragar.

La película El atlas de las nubes, basada en la novela de David Mitchell, es un monumento a la técnica que estamos tratando. Consta de seis historias que van desde el siglo XIX hasta un lejano futuro postapocalíptico. Te recomiendo que la veas (es larga y compleja, pero merece la pena) para descubrir cómo a lo largo de la trama se van plantando los setups y cómo los payoffs van revelando la interconexión entre historias tan aparentemente dispares y distantes en el tiempo.

Con los constantes setups y payoffs de Regreso al futuro entre hechos del pasado y hechos del presente, podría escribirse un libro. El resultado es sumamente inteligente y humorístico, una función esta última para la que se echa mano de la técnica con mucha frecuencia. Al fin y al cabo, todo chiste no es más que un par setup/payoff con una historia que se va construyendo hacia un final inesperado.

Sembrar nuestras historias de setups y payoffs les dará una dimensión mucho más compleja que el simple ir desgranando escena tras escena desde el principio hasta el final, inicio-nudo-desenlace, un mal común en muchos principiantes. Sus historias parecen una mera ristra de cuentas ensartadas en un hilo, lo cual hace que la lectura sea demasiado lineal, unidimensional y hasta aburrida. Pasa esto, después pasa esto otro, luego pasa esto otro... en un esquema repetitivo y tedioso en el que las escenas se suceden con una débil (o inexistente) conexión entre ellas, como una tanda de anuncios de la tele. Los setups y payoffs bien ejecutados nos provocan una agradable sorpresa como lectores o espectadores y nos dan una sensación de que la trama es inteligente y ha sido pensada con profundidad.

Setups y payoffs requieren de una buena dosis de planificación. Es por eso que conviene abordar una novela sabiendo hacia dónde vamos, teniendo en mente un final y un mapa más o menos claro de cómo llegar hasta él. Aunque puede ser que, al avanzar en la escritura de la historia, se nos ocurra un payoff que no estaba previsto y que podría ser un buen golpe de efecto, y eso es una sensación muy agradable. Si queremos evitar el (con razón) odiado deus ex machina, deberemos retroceder en nuestro manuscrito y "sembrar" o "plantar" el setup en alguna escena anterior. Está claro que esto será mucho más frecuente y nos obligará más veces a reescribir partes previas de nuestra novela si, como muchos autores (algunos de gran éxito, como Stephen King), tenemos unos personajes, un comienzo y una idea nada definida de dónde va a desembocar nuestra historia.

La próxima vez que tengas un agujero en tu historia y no sepas cómo rellenarlo, mira a ver si un par setup/payoff bien plantado en tu trama puede ayudarte al respecto. En una ocasión en que no sabía muy bien cómo continuar con una novela, se me ocurrió que un personaje nuevo podría ayudar a mi protagonista en la situación en la que se encontraba: estaba huyendo de ambos bandos y, al mismo tiempo, tenía que resolver un enigma casi detectivesco. Demasiado trabajo para un hombre solo, así que ideé a un antiguo y poderoso amigo para que le echara una mano. Pero, ¿cómo encajarlo en la historia para que no pareciera demasiado artificial y conveniente como recurso? Lo convertí en un setup. Más adelante aparece el payoff: se revela que el nuevo personaje tuvo un papel fundamental en el pasado de mi protagonista, además de tener relación con otros personajes y haberlos ayudado también en el pasado. Pasó de ser un mero truco para rellenar un hueco a ser una figura en la vida de mi protagonista sin la cual este no habría llegado a ser quien es hoy en día. 

Setups y payoffs de unas novelas en otras y de unas películas en otras.


Cuando se escribe una serie de libros o de películas, es importante que haya conexiones entre ellas. Esta técnica la usan series como Harry Potter o Star wars. En esta, Obi Wan menciona al padre de Luke casi de pasada (setup). En El imperio contraataca, descubrimos que Darth Vader es el padre de Luke (payoff), y las precuelas son todas ellas un enorme payoff que cuenta las historias de Obi Wan, del que se convertirá en Darth Vader y del nacimiento de Luke y Leia.

Más humildemente, el último cuarto de mi primera novela La república de las hormigas transcurre entre las ruinas de una ciudad en un futuro indeterminado. El protagonista no sabe qué destruyó la ciudad ni por qué parece que no hay supervivientes en la superficie. Sólo puede hacer conjeturas. La novela termina y el misterio no parece resolverse. No es muy satisfactorio, pero eso es porque se trata de un setup cuya resolución me reservo para mi segunda novela, Perros de guerra. Se trata de dos historias independientes y que pueden leerse la una prescindiendo de la otra. Son diferentes en cuanto a punto de vista del narrador, acción, complejidad y ritmo, pero en Perros de guerra se resuelven algunos setups de La república de las hormigas. En concreto, gran parte de la acción en Perros de guerra tiene lugar en el presente en la ciudad que en La República... está en ruinas, y también nos enteramos de quién tiene planes de diezmar a la población (destruyendo de paso esta y otras ciudades), cómo y con qué propósito.

Setups y payoffs en diálogos

Tal vez sea el uso menos conocido de la técnica, pero su empleo puede significar la diferencia entre un diálogo plano y uno lleno de ingenio, sorpresas, humor y agilidad. No me refiero en este apartado a los setups que se plantan en líneas de diálogo y que luego se resolverán en payoffs más adelante en la trama. Esto tiene más que ver con el foreshadowing en el argumento, como en los siguientes ejemplos tomados de Matrix:

Antes de su gran aventura con Morfeo y su gente, Neo vende un disquete a una tal Choi, quien exclama "¡Aleluya, eres mi salvador, tío, mi Jesucristo particular!" Tiene gracia porque toda la película sigue la premisa de que Neo es una especie de mesías que, al final, incluso resucita de entre los muertos para guiar a los rebeldes. Acto seguido, Choi se da cuenta de que Neo está cansado y estresado, y le dice "me parece que necesitas desconectar, tío". Y, en efecto, más adelante Neo será desconectado, literalmente, de las máquinas en el mundo real fuera de Matrix.

Pero el uso de la técnica en los diálogos que vamos a tratar aquí no es este. Me refiero más bien a esos diálogos ingeniosos en que abundan las réplicas y las contrarréplicas. El esquema suele ser el siguiente:
  1. Un personaje dice algo sin importancia aparente (setup).
  2. Un poco más adelante en el diálogo, el mismo u otro personaje repite la línea, tal cual o con modificaciones, con el resultado de darle un significado nuevo (payoff). 
El efecto que se persigue puede ser humorístico, sarcástico, mostrar lo duro que es el personaje, indicar que hay complicidad entre los interlocutores, etcétera. Depende de lo que interese a la trama en el momento. Veamos un ejemplo procedente de Instinto básico. Los policías se encuentran en la escena del crimen de Johnny Boz, novio de Catherine Tramell (interpretada por Sharon Stone).

Teniente Walker: La asistenta llegó hace una hora y econtró el cuerpo. Trabajaba aquí durante el día.
Gus: Quizá fue la asistenta (setup 1).
T. Walker: Tiene 54 años y pesa 110 kilos.
Hombre 1: No tiene magulladuras.
Gus (sonriendo): Entonces no fue ella (payoff del setup 1).
T. Walker: Nunca se sabe. Salió de la disco con su novia hacia medianoche. Fue la última vez que le vieron.
Nick: ¿Con qué lo hizo?
Hombre 2: Con un punzón de hielo. Lo abandonó en la mesa del salón.
Harrigan: (suelta un silbido): Las sábanas están llenas de manchas de "leche" (semen).
Nick: Es impresionante.
Gus: Se corrió antes de que lo corrieran(el original es un juego de palabras intraducible en español: he got off before he got offed).
Capitán: Señores, es un asunto delicado. El señor Boz era un importante patrocinador de la campaña del alcalde. Fue presidente del consejo del palacio...
Gus (a Nick): Creí que habías dicho que era una estrella del rock.
Walker: Era una estrella del rock retirada.
Capitán: Una estrella del rock muy respetable con una gran conciencia cívica (setup 2).
Gus (señalando a una mesita): ¿Y qué es eso de ahí?
Nick: Parece cocaína muy respetable y con gran conciencia cívica (payoff del setup 2).
Y así sucesivamente. Si me lo permites, voy a poner ahora un ejemplo tomado de mi novela Perros de guerra en el que pretendí un efecto de humor sarcástico. Lo pondré en formato de guión para que se sepa bien quién habla:
Iblis: ¿Me estás leyendo la mente? (setup).
La Sombra: ¿Leerte la mente? ¡Por el amor del cielo, yo soy tu mente!
Iblis: No es verdad. No eres más que una alucinación maligna que, de alguna manera que algún día averiguaré, usa mis habilidades con más destreza que yo.
La Sombra: Nunca te he mentido y lo sabes.
Iblis: En esto sí.
La Sombra: Al menos, admite que soy tan parte de tu mente como tú mismo.
Iblis: ¡Que no es verdad!
La Sombra: Vale, vale. No leeré tu mente. Esperaré a que hagan la película (payoff).
Utiliza esta técnica de forma correcta tanto en tu trama como en tus diálogos y harás tu novela mucho más inteligente, compleja, ingeniosa y amena de leer.